martes, 11 de noviembre de 2014

RELATO TODOS A APRENDER






Autora: Yaleth Alexandra Benítez Santiesteban
IE Sagrado Corazón de Jesús de Virudó Bajo Baudó
Acompaña a la IE Francisco Pizarro de Pizarro Bajo Baudó


Foto Amagarcos
Después de 15 años de ejercer mi labor docente en una de las poblaciones más distantes y de difícil acceso por su ubicación geográfica en el departamento de Chocó, un territorio marcado por el subdesarrollo y su alto índice de necesidades básicas insatisfechas; y  después de insistir en repetidas ocasiones para inscribirme en la convocatoria del Programa Todos a Aprender, lo que no había logrado debido a la carencia de las herramientas tecnológicas en el medio; hoy me siento afortunada de haber logrado hacer parte del programa que tiene como objetivo mejorar la calidad de la educación en Colombia, programa al que agradezco el esfuerzo y la disposición que tiene para apoyar todo este proceso  y  todo lo que he requerido. Esto hace más grande el compromiso de dar lo mejor de mí para el buen funcionamiento del programa.  Cada una de las capacitaciones que he recibido me ha llenado de enormes conocimientos, de muchas fortalezas  que hoy gracias a Dios puedo poner en práctica.

Aunque tengo que reconocer que no fue fácil iniciar en el programa, que en el camino hubo muchas dificultades y temores, fue necesario asimilar el cambio; el transporte por ejemplo fue de lo de mayor dificultad, ya que el desplazamiento desde Virudó solo se hace con marea alta, es decir  que para moverse de este lugar se  depende exclusivamente  de la ubicación de lancha y del nivel del mar. Para llegar hasta Pizarro, la cabecera municipal, se debe hacer mar adentro arriesgando así la integridad física, puesto que con el mar nunca se sabe; como se dice popularmente “Al mar no se le debe tener miedo, pero si mucho respeto”. Otra forma de llegar es por los esteros hasta el corregimiento de Piliza y luego caminar entre 4 y 5 horas por la playa obviamente este viaje genera  estrés y un gran derroche de energía. 

Todo este esfuerzo para recibir mi primera capacitación del 4 al 8 de febrero del 2013,  donde asistí con muchas expectativas e ilusiones en un escenario distinto al del aula de clases, con nuevos compañeros y mucha información para asimilar en tan solo una semana, lo cual me produjo intranquilidad y falta de confianza, pues asumía el reto digerir y comprender  de muy buena manera toda la información para luego en la semana siguiente enfrentarme a dos grupos de maestros de diferentes instituciones: Los de la cabecera municipal en el colegio Francisco Pizarro, un grupo de maestros con un enorme recorrido en educación y con la experiencia vivida de algunos modelos educativos que no llenaron sus expectativas mostrando así su escepticismo y apatía con la ejecución del programa y teniendo en cuenta además que la persona encargada de orientarles en el nuevo proceso es una docente que pertenece a una institución mucho más pequeña de  un lugar muy apartado de la zona urbana a la cual llamaron maestra de orilla. Esta situación me llenó de motivación y dedicación, pues tenía un gran reto conmigo misma, el de demostrarme que todo lo que nos proponemos lo podemos conseguir, el de no ser inferior  al reto el de creer en mí, aumentando mi autoconfianza   y ver en mi a la persona que puede enfrentarse  a cualquier dificultad y superarla; por consiguiente con la demostración permanente de la importancia de cada una de las actividades planteadas por el programa para mejorar la calidad de la educación poco a poco empecé a ganarme la confianza y la credibilidad suficiente de cada uno de ellos  para que hoy reconozcan las virtudes del programa.

Por otra parte los docentes de la institución de Villa-María  que desde el comienzo del programa se sintieron satisfechos y con  la confianza suficiente de poder trabajar con una docente del medio como facilitadora de la estrategia que se está presentando; y que generó un impacto positivo y alentador en cuanto al reconocimiento de los docentes de que el camino que se está  utilizando  no es el propicio para que la educación colombiana este en los primeros lugares a nivel mundial, y que por esta razón nuestra educación debe reunir a toda una sociedad, ya que si ponemos en ella nuestra fortaleza y confianza, vamos a tener mejores estudiantes y por lo tanto mejores ciudadanos que le aseguran un futuro digno a las próximas generaciones.


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